LOS FRUTOS DE LA ADVERSIDAD

Los frutos de la adversidad
1 Samuel 17
La adversidad: Es un proceso por el cual, se somete nuestra vida a situaciones y circunstancias, contrarias a las que anhelamos tener.
La adversidad produce un estado emocional, de ansiedad, preocupación, temor, inseguridad que veces podemos manejar, pero en otras ocasiones se nos hace incontrolable el poder resolverlas a tiempo.
Cuando estamos siendo confrontados por la adversidad, nuestro ser interior, se prepara para contrarrestar la adversidad, pero el resultado final, dependerá de lo que hay dentro de nuestro ser interior.
La Biblia, nos habla acerca de la insensatez, o la sabiduría, con la cual construimos nuestro futuro, pero nos advierte que en ese camino, habrá adversidad. En una historia relatada en el nuevo testamento, nos presenta de manera ilustrada, como dos hombres hicieron su morada e invirtieron en su futuro, cada cual a su manera, de acuerdo a sus puntos de vista, de acuerdo a su gusto, de acuerdo a su nivel de madurez, pero la diferencia entre ambos hombres, no estaba basada en si, en cuanto a la construcción de la casa, sino estaba basada en cuanto a la base, en donde estaba edificada la casa.
Los seres humanos, todos tenemos la oportunidad, de construir nuestros proyectos de vida, Dios nos ha dado libertad para hacerlo, podemos escoger si seremos profesionales, o simples obreros, si seremos unas trabajadoras o solamente amas de casa, si continuaremos en nuestra nación que nos vio nacer, o si emigraremos a un lugar mejor.
Podemos escoger que cantidad de hijos queremos, o si nos casamos o quedamos solteros, podemos escoger entre dedicarnos parcialmente al ministerio, o dedicarnos totalmente. Pero, no podemos darnos el lujo, de edificar esos sueños, en la nada. En lo removible, en lo inmediato, pero que no nos aprovecha en tiempos difíciles. Las crisis son necesarias en nuestras vidas, y es por ello, que Dios lo permite, las crisis no permiten probar que tan fuertes somos en nuestra voluntad, que tan arraigados son nuestros principios morales, nos permiten visualizar que tan conectados estamos con la realidad.
El bien y el mal existen, es una frase que tal vez, todos las pronunciamos, pero que cuando el mal llega a nuestras vidas, entonces desconfiamos, nos desilusionamos, nos derribamos, y nos postramos ante la frustración, la impotencia, la duda, y la angustia. Pero, es precisamente en esos momentos en los que descubrimos que hay en el interior de nuestras vidas. Si en los momentos cuando todo estaba bien, y tuviste la oportunidad, de ir construyendo tu personalidad, tu vida emocional, tus convicciones, tus sentimientos, tus sueños, tus habilidades y capacidades, lo hiciste sin tomar en cuenta a Dios, en los momentos de la adversidad tu te vas a hallar, sin herramientas necesarias para sobrevivir al ataque, y es posible que perezcas en el intento. Pero si Dios, ha estado en tu vida, marcándote paso, dándote dirección, e iluminándote cada vez que estabas poniendo un ladrillo en tu vida, cada vez que ibas echando los cimientos, cada vez que ibas construyendo y sentías que no tenias fuerza el te ayudaba, cada vez que se te cayeron las manos el las levantaba, entonces cuando llegue la adversidad, tu sabrás que Dios te levantara, y sabrás que Dios es el cimiento de tu vida, y sabrás que nada, ni nadie, podrá hacer que tu vida, se vaya a la deriva, porque es Dios quien la construyo, porque es Dios, que te fortaleció en la angustia, porque es Dios quien te cimentó.
David, fue muy reconocido por haber matado al gigante, pero el gigante en su vida, no fue algo mas que una adversidad que se aproximaba, contra su casa, sus hermanos, su familia, su nación, pero, David, había estado construyendo sus sueños en Dios, en la intimidad, el sabia lo que era enfrentar la adversidad de un lobo, la adversidad de un león, la adversidad de un oso, adversidades, adversidades, adversidades.
La Biblia nos habla acerca de un camino estrecho y un camino angosto, y muchos deseamos ese camino ancho, tranquilo, sin tantos obstáculos, sin tantas limitaciones, y a veces hasta cristianos, escogemos un evangelio light, donde no hay tantas exigencias de parte de Dios, donde nuestro compromiso con Dios, no sea tan exigente, donde nuestros proyectos no sean tan centrados en la palabra de Dios, y en la dirección del espíritu santo, pero que pasa cuando viene la adversidad y se mueven los cimientos, y lo vientos contrarios vienen contra nosotros.
Israel, estaba siendo sometida, ante un viento contrario, un pueblo pagano, que sometía a todos los pueblos que les antojase, y para ellos Israel, no era nada, pero ni el rey, ni sus guerreros, ni todo su ejercito, ni el pueblo en general, no estaban preparado para el ataque de aquella adversidad que Dios estaba permitiendo en su vida,
• El Rey Saúl, había construido sus sueños, metas y proyectos sin Dios, el profeta de Dios,
• Samuel quien había ungido a Saúl, había construido sus sueños y metas en un Rey ungido por Dios, tanto así que no tuvo una palabra profética que le levantara al Rey, sino que simplemente estaba a la expectativa de lo que lograse hacer el gran rey Saúl,
• El pueblo, había construido sus sueños, metas y proyectos, en un hombre que ellos pidieron como rey, para tener un rey como todos los pueblos, un rey que fuera visible, humano, no un Dios invisible gobernando sus vidas.
• Todos los padres de familia, habían construido sus sueños, proyectos y metas, basados en su convicción de que tendrían hombres armados, y diestro para la guerra que podrían salir adelante a la batalla, para poder defenderlos como pueblo. Hasta Iasi, había construido sus sueños, proyectos y metas, en sus hijos mayores, altos, apuestos, a quienes envió a la guerra,
• Los filisteos se confiaron en su paladín, tanto así que no perdieron su tiempo en organizar su ejercito para ir a pelear contra Israel.
• El Paladín Filisteo, construyo su sueños, proyectos y metas en ser un valiente guerrero, un defensor muy fuerte, sobresaliente entre las filas de su propio esfuerzo.

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